martes, 12 de enero de 2010

Fuego...



Suena una andanada de truenos
y la descarga bate el silencio
su bronco ronquido, hueco,
salva al despierto del sobresalto.

Tras él, el trazo de un rayo,
aparece, como brasa incendiaria,
como candil generoso de luz,
o pira caliente, gozo de dioses.

Comienza, la hoguera, a sentir
la llama perpetua de las mil formas,
nace, para dar sombras a todo,
sobre lumbre que mueve el viento.

Y sobre este faro perpetuo,
la flama, calienta la piel del campo
y su luz, que alimenta el sueño,
tambien despierta los temores.

1 comentario:

Desvanecerse dijo...

No hay necesidad de fuego, el infierno son los otros. Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor francés.

De todas las maneras, no hemos de estar ni tan cerca que nos quememos ni tan lejos que nos helemos.

Solo conozco un fuego que se pueda besar, el de tus versos.

Besotes
Manino