miércoles, 8 de febrero de 2012

Hacia la nada...




Nada genera sin pelo tal espesura
ni tal desaseo empedernido,
solo el grupal, de pelos clandestinos,
son amantes de lugares visitados.
Son mas largos, débiles y rizados,
demandantes de un buen acto de desecho
amenizan, en el lugar, a pié derecho
hasta que son, tempranamente, depilados.
No les queda mas ahuyento quebrantado
que el picor nacido tras la poda
así, se recuerda bien la historia,
de vergüenzas que salen desatadas
buscando, remover, lo clandestino
esperando a que venga la guadaña...
usando la tijera, con muy buen tino.

viernes, 3 de febrero de 2012

La mirada de la lluvia en un cristal cercano...





¿Cual es el secreto que traduce el cristal
que encierra el transito de mi ventana?.
¿Como debo mirar, a traves de su luz,
casi en reverencia, olvidandome del temor
al doblar la mente, si me pide sueños...?

Lo que veo es real, o al menos es...
mi credo viaja por los pensamientos
buscando la vitamina del sosiego,
segmento que limpia la sensacion de vida...
en apariencia, solo en apariencia.

Cuando las gotas de lluvia caen
escurriendo su ardor, en compañia,
lo hacen sobre un vacio provocado
por la despegosidad del mineral mas traslucido,
entonces, es hora de llorar gotas de agua...

Penar, de tantas lagrimas del cielo,
que ocultan a la mirada, la fiel imagen
de aquello que se veia tan limpio
resuelto paisaje antes de nubes y truenos
y que ahora esta profundamente mojado.

Dejamos llover sobre un cristal de suspiros
y sobre sus cortos viajes sin destino
direcciones a seguir con las miradas
crean sueños a emprender por sus caminos
que son versos encerrados en sus gotas.

Duerme para que cesen tus remoras....

Ya terminó, esta, otra batalla
larga, tediosa y ansiada...
nunca tal nudo costo tanto,
es momento de mirarse los pies
y sentir la sangre que brota.

Si, es hora de cortarle al frio
la flecha de todas sus vanidades
pintando el aire de sal y luz
para marcar la pagina del libro
hasta llegar a la penultima...

Punto ese, donde los páramos se oscurecen
y la luz por ello se escapa,
tramando con la huida algo necio
que hace posible que cierta oscuridad,
sea madre, por entero, del osco silencio.

Llega la hora de ir hacia la estupidez
dejando que nadie de entre todos, irrite,
la tempestad cambiante que aparece
justo, cuando el cansancio dispone
y el deseo pide solo sueños y cama...