miércoles, 13 de marzo de 2019

Cada hora, no es mas que un adiós anunciado.

Adiós, que palabra mas afilada
fácil de decir, cuchilla en mano,
cuando el alma ya esta cansada.

Cierto es que cuando llega
Deja momentos no terminados
y el dolor de su osca presencia
clava su filoso tormento, sobre
la herida que no se comprende acabada.

Adiós, también es un saludo
que nace del paso del tiempo
bajo las sordas sombras de la cama.

Es como un dejame perfecto
que nunca en su tormento, acaba
entrando y saliendo de día
de las guaridas y huecos herbosos
de un sentir confeso que deja, nada...

Adiós, es una prisión sin ventanas
una garganta que se ahoga en lagrimas
explosión de recuerdos llenos de grana.

Es como aparecer habiendo contado
una verdad entera a la cara,
minutos cargados de ideas
que destapan el cubo del  odio
dejando al siguiente día, sin mañana.