miércoles, 13 de febrero de 2008

Tu aroma

Siempre que no estás, busco tu aroma
por los pasillos donde se hizo un hueco
tu figura, relamida de colonia y risa
y lo conquisto con mi nariz de goma.

Y si tu olor juega a desaparecido,
meto la nariz, en el armario de tus pensamientos
y allí, me dejo llevar por la gondola de tus aromas
muriendo, ahogado, por los olores que dejaste.

Alli es donde otro mundo impera
y sobre el fusil de los soldados de chanel
busco, a tropel, el escudo de tu compañía,
escandalo sobre tu piel, para mi, quimera.

Al final siempre tu razon y mi desasosiego
evaporan ,del entorno, tus hermosos olores
aparece entonces la brisa fresca sobre tu boca
y comienza el ciclo, es hora de olerte de nuevo.


...un dia mas y de nuevo tu aroma.

martes, 12 de febrero de 2008

El fin que siento de ti...

Me voy porque el amor no me empapa el sentido

me marcho, dejo el mundo de ahora

con un amor compartido.


Sin la fiera, sin la flor,

sin el aire que nunca me ha dado.


En vano todo lo que me sucede me deja impedido

soportando el muro del trastorno

mas atras de la soledad temprana.


Trastorno de buscar mas cariño que amor

sobre los que respiran cerca

golpe de mano que me ha vencido.


Calmo la fiera, le quito su aroma

agoto, por demás, el aire de su entorno...

aquel que hacía invencible el amor de dos.



lunes, 4 de febrero de 2008

Un adios, que se repite...

Vi morir a alguien en su lecho
y no noté su alma desatada
solo olor de flores y de velas
arropados de llantos desconsuelos.

Un silencio herrumbroso ensuciaba
alegrías de los días anteriores
la condena de esta muerte inesperada
sofocaba el corazón de los presentes.

Solo quedan las palabras de consuelo
los minutos sufridores de su pésame
ese tren que se llena de silencios
y se escapa, infinito, con el muerto.

Los minutos para un pésame perdido
ese duelo que se lleva su mortaja
dan el pié al inicio del sentido
en amargo final de su camino.

Dadme mas, lágrimas de pena,
para coserlas al recuerdo del vencido
y dibujar, despedidas, en su lápida,
de aquellos que, en vida, lo quisimos.