sábado, 10 de agosto de 2013

Vagabundo eterno.

Dame arroz hacia mi hambre
y que la basura no sea mi captura cotidiana
toda esa miseria que nace de pedir, se deshace
sobre los fríos hielos que me escarchan,
quebrando la vida que tuve, ahora desencajada.

Soy mas allá de aquel hambriento que consume,
la cosecha desperdiciada caída en el olvido,
un agujero colado, difuso en su desgracia
de palidez sórdida y hosca miseria, perdido
sobre aquel que dejo de ser hombre solo
y ahora guarda sus tesoros entre palabras escondidas.

Dame por tanto, arroz desde mi hambre,
que la basura no sea un recuerdo cumplido
ni un roto que se agrieta y esponja
galopando en esa miseria de pedir y morir
sobre los fríos hielos de la desgracia
y el beso a fuego, de una vida sin rumbo.

No quiero ser un pobre solo, que camina
quiero ser algo mas de aquel hambriento
que consume sus temores y desgracias...
porque deseo tanto sentirme sombra
que me difumino entre el humo de la vida.