Me siento testigo y culpable
de parte de la brisa que te condena
a vivir cosas buenas y no tanto.
Me siento hombre de hierro
fundido al suelo, por momentos
en los que estabas a mi lado.
Nada es extraño si se comparte
y tu eres parte de mi anillo
el que recorre mi dedo mas osado.
No me importa decir que me siento
como ahora me siento....
y sonreír por la suma de recuerdos .
En este limbo que nos succiona
no encuentro tarea acabada o desperdiciada
solo te veo mirándome y disfrutando
del aliento que sabe a café y thé.
Y en esa espiral de consecuencias
un silencio oculta la radicalidad
y te deja desliando la madeja
aquella que yo empecé y terminé.
Hasta allí te he llevado sin respuestas
y entre el bello aroma a sexo compartido
nada hay mas precioso, que la fatiga,
aquella que me provocas cuando termino.