sábado, 31 de diciembre de 2011

la ultima uva.


Doce son las uvas navideñas
doce sueños, doce deseos, doce utopías,
mas de dos manos para contar
lo que el corazón entraña.

La primera, nace de la razón
y pide con su necesidad calmada,
larga vida a ese cuerpo cautivo
para que tarde en llegar, la llamada.

La segunda, mira por otros cuerpos
con desazón, en peregrino sufrimiento,
aquellos a quien tanto amamos
en vida estén, para estos momentos.

La tercera, cuarta y quinta son hermanas,
de deseos lanzados al vació del viento
que procuran conseguir, fortuna fácil
y con ella pagar, todos los sufrimientos.

Sesta, séptima y octava, como siguientes
saltan en vano y no paran en requerimientos,
buscan en la belleza, un tapón que no desborde,
la juventud que se lleva el paso del tiempo.

Novena, décima y undécima, son claros silencios,
en ella pasean, todos y cada uno
de los excelentes y vividos, momentos, vistos
desde el balcón del mas hermoso recuerdo.

Y la ultima uva mas deseada, contiene el fin,
en ella se guarda ese amor, que por ti,
con el paso de año, en mi interior mantengo,
sellando el sabor, aroma de un nuevo encuentro.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

lluvia en la vida...

Cae tumultuosa,la lluvia,
desde lo mas alto del cielo,
cae de forma repetida,
entera, para mojar el suelo.
Se rompe en mil gotas mas
formando un ejercito de puntos negros
para ponerle traje a la noche
y terminar vestida con velo.
Y mientras la vida sigue
en su gotear, andante y sin freno
mueren aquellos que dejan
en su partida, la vida sin sellos.
Conduciéndose hacia la nada
donde el agua es solo deseos
y en su viaje dichas gotas
ya se dejan de miramientos
Todo se moja entero y sereno,
para que bien entrada la noche
no se puedan esquivar sus hielos
la muerte como la vida
gasta el agua por momentos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

¡Que ganas tengo yo!

...


Tras una tragedia nada calmada,
el incierto futuro quizas repare
la envidia que nace, a lo normal,
y el cristal roto del miedo aparecido.

No se hasta donde podre estirar
las comisuras nuevas que me han crecido,
quizas se me adelanta la vejez
y con ella el espanto que esto crea.

Soy infeliz eterno, en caja de carton,
y miles de pensamientos se me van
por el agujero de la ignorancia...
solo queda un tema que se hace sangre.

Igual con el paso del tiempo
largo y penitente peregrinaje,
mis valores vuelvan a colorear
la mala dicha que me envuelve.