viernes, 3 de febrero de 2012

Duerme para que cesen tus remoras....

Ya terminó, esta, otra batalla
larga, tediosa y ansiada...
nunca tal nudo costo tanto,
es momento de mirarse los pies
y sentir la sangre que brota.

Si, es hora de cortarle al frio
la flecha de todas sus vanidades
pintando el aire de sal y luz
para marcar la pagina del libro
hasta llegar a la penultima...

Punto ese, donde los páramos se oscurecen
y la luz por ello se escapa,
tramando con la huida algo necio
que hace posible que cierta oscuridad,
sea madre, por entero, del osco silencio.

Llega la hora de ir hacia la estupidez
dejando que nadie de entre todos, irrite,
la tempestad cambiante que aparece
justo, cuando el cansancio dispone
y el deseo pide solo sueños y cama...

1 comentario:

Desvanecerse dijo...

¡Oh, memoria, enemiga mortal de mi descanso! Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) Escritor español.

Lo único que ancla la fatiga son los secretos.

Besotes
Manino