miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sobre tus ojos...

Y a solas, entre las nieblas del secreto que nos une,
descansado, explorando sobre estos humos,...
es seguro que saldrá del sentimiento, el eco de tu voz
elevando los latidos que mi corazón propone,
para acabar con las turbulencias incansables de su ser
que confunde, como el veneno, a la melancolía y tus palabras.

Ya nada me cansa más, que esa espera trágica
umbral, en la avenida, de todos esos besos y caricias,
de las miradas acumuladas que rompen tantas quejas,
perdidas, eso si, entre los deseos de tenerte cerca...
porque no es fácil vivir entre velas muertas, sin apenas luz,
sobre una penumbra ,invalida de aromas y de despertares...
 
Tanto desprendimiento, como herida que nunca cierra,
forja su hermosura, en la cómica tragedia,
sobre un suelo, hábido de cristales de sangre
y refleja, sobre tanto encantamiento,
dolor huérfano, por no tener lo que tanto ansío.

A medias con la luna y entre sus sueños descarnados
los otros cuentan con sus sombras y sus bestias
yo, quedo al amparo del cincel que da forma
a la trágica espera, fruto de tenerte siempre cerca,
en mi corazón de caña, a tanta distancia peregrina.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El quie se va....siempre se queda,
lo quie sucede,,,siempre será, aunque caiga en el olvido.

Desvanecerse dijo...

Nuestro deseo desprecia y abandona lo que tenemos para correr detrás de lo que no tenemos. Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592) Escritor y filósofo francés.

Ando perdido donde te colocas y observo que los deseos han de agotarse en la vida para dar un destino a la existencia.

¡Apúralos!

Besotes
Manino

Desvanecerse dijo...
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