Nada me hace mas feliz que sentir tu aliento
a caballo de largos paseos por tus besos,
siento que me conforta oir tus alegrias
dejando cera sobre la cuna del sentimiento.
Me escondo en el bosque de tu mirada
tus ojos, pintan sobre el aire, agonia,
me dicen cual es el deseo que contienen
Y caen, suave, sobre un mantel esperanzado.
Todo es deseo y lindos sueños, acomodados
pálpitos que endulzan un sentir, sobre caricias,
hambre por ser la mano que da la mano
sobre el umbral del placer mas oportuno.
No existe, hoy por hoy, palcer alguno
que limite, vivir, la vida esperanzada
bastante daño causa la balanza acorazada
que pesa, por partes, el sentido de la vida.
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