domingo, 1 de abril de 2007

No dudo


Ensartado el pez

ya solo la caña tira

el mundo se encuentra en su sitio

obligando al destino

a ser anzuelo y cebo.


Ya no puede el misionero

andar por tierras extrañas

ni el pájaro volar

ni el animal ser animal

ni la aguja coser

ni la tela ser cosida

ni el ímpetu terminar

lo que su fiereza le obliga

sin deja escondida el alma

en el desván de las mentiras.


No dudo que no exista la vida

ni el beso sincero dado

ni la paz en la memoria

ni los tiempos regalados

ni la pareja perfecta, a tu lado.






1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que te acercas temerariamente a la poesia perfecta...
Besos.