Las emociones caen a lomos de una lágrima viva
y sobre la senda húmeda que aparece
nace un silencioso momento esperanzado.
No sé el sentido que trae con su caída
ni el demonio que desata tal euforia
solo me dejo desdeñar por la ventana
que se abre, tras la huida sin rencor, de dicho lloro.
Quizás en toda esa tropelía amargada
de lánguidos y lacios deseos descarnados
retuerzo la vida que me toca desatada
al compás de deseos ocultos que no salen.
Es muy duro ser fiel a un corazón sencillo
por el que la sangre lleva mensajes y sorpresas
dejar que el león se convierta en otra presa
es vivir entre telares de amores descosidos.
El cuerpo se deshace de la paz más sumergida
y libera tantos y tantos miedos, en su caída,
que soltar un alivio indiferente y sordo
maldice la debilidad mas contenida.
Y al secarse esa gota que renace
deja señales de su paso y su sentido
barricada donde esconder, la rabia de lo vivido.
Este apartado es un trozo mio que dedico a mi hermano y amigo Víctor, con quien conversar es como practicar la caída libre, siempre vertiginoso, atrevido y de remordimiento enganchante.....
sábado, 19 de octubre de 2013
domingo, 29 de septiembre de 2013
Lo imposible.
Lo imposible, aunque venga vacío,
llega siempre ávido de esperanza
sobre senda de follaje espeso,
lleno de trampas para zapatos
en caminos romos o remordidos .
Aunque en su transcurso infinito,
palpiten mas corazones que el mío
renacen sórdidas leyendas gloriosas...
imaginando la llegada a la verdad
como algo pasajero, carente de esperanza.
Es, en lo irrealizable que empaca,
el vacío de una armonía desesperada
tempo, donde uno se pierde esperando
a que el todo y la nada, bailen, fundidos
y den prontas respuestas y alegrías....
...por eso nunca me quedo
en el través de la ventana,
esperando a que venga aquél,
con el deseo levemente sometido...
y los sueños propios, realizados.
llega siempre ávido de esperanza
sobre senda de follaje espeso,
lleno de trampas para zapatos
en caminos romos o remordidos .
Aunque en su transcurso infinito,
palpiten mas corazones que el mío
renacen sórdidas leyendas gloriosas...
imaginando la llegada a la verdad
como algo pasajero, carente de esperanza.
Es, en lo irrealizable que empaca,
el vacío de una armonía desesperada
tempo, donde uno se pierde esperando
a que el todo y la nada, bailen, fundidos
y den prontas respuestas y alegrías....
...por eso nunca me quedo
en el través de la ventana,
esperando a que venga aquél,
con el deseo levemente sometido...
y los sueños propios, realizados.
sábado, 10 de agosto de 2013
Vagabundo eterno.
Dame arroz hacia mi hambre
y que la basura no sea mi captura cotidiana
toda esa miseria que nace de pedir, se deshace
sobre los fríos hielos que me escarchan,
quebrando la vida que tuve, ahora desencajada.
Soy mas allá de aquel hambriento que consume,
la cosecha desperdiciada caída en el olvido,
un agujero colado, difuso en su desgracia
de palidez sórdida y hosca miseria, perdido
sobre aquel que dejo de ser hombre solo
y ahora guarda sus tesoros entre palabras escondidas.
Dame por tanto, arroz desde mi hambre,
que la basura no sea un recuerdo cumplido
ni un roto que se agrieta y esponja
galopando en esa miseria de pedir y morir
sobre los fríos hielos de la desgracia
y el beso a fuego, de una vida sin rumbo.
No quiero ser un pobre solo, que camina
quiero ser algo mas de aquel hambriento
que consume sus temores y desgracias...
porque deseo tanto sentirme sombra
que me difumino entre el humo de la vida.
y que la basura no sea mi captura cotidiana
toda esa miseria que nace de pedir, se deshace
sobre los fríos hielos que me escarchan,
quebrando la vida que tuve, ahora desencajada.
Soy mas allá de aquel hambriento que consume,
la cosecha desperdiciada caída en el olvido,
un agujero colado, difuso en su desgracia
de palidez sórdida y hosca miseria, perdido
sobre aquel que dejo de ser hombre solo
y ahora guarda sus tesoros entre palabras escondidas.
Dame por tanto, arroz desde mi hambre,
que la basura no sea un recuerdo cumplido
ni un roto que se agrieta y esponja
galopando en esa miseria de pedir y morir
sobre los fríos hielos de la desgracia
y el beso a fuego, de una vida sin rumbo.
No quiero ser un pobre solo, que camina
quiero ser algo mas de aquel hambriento
que consume sus temores y desgracias...
porque deseo tanto sentirme sombra
que me difumino entre el humo de la vida.
martes, 16 de julio de 2013
Vacaciones de sol y playa.
“No sé quién soy, ni quién quiero ser,
Pretendo y eso ya es bastante”….
Sobre la arena de una playa de olas lentas,
camino despacio, con ruego pensativo.
Llevo mis sueños como horda en compaña
y unos buenos pies para el paseo.
Me turba, la escasez de olas rompientes
y el cristal de mar que refleja, incomodo,
barcos pesqueros, niños y flotadores
sobre la luz de un sol que comienza su abrazo.
Nada es habitual y si me vuelvo y observo,
obtengo una mirada espesa de montañas…
Esas que abrazan a un pueblo
enfermo de guiris y de escaleras.
Más allá, está el camino de vuelta
aquel a coger cuando el cuerpo,
rozado por el sol sobre la playa
se acostumbra a la arena y la sal…
Aquí y ahora me mantengo, herido de sol,
dominando una de tantas umbrelas
pinchadas a un suelo abrasador
martirio para pies descalzos…
…ya queda poco para volver
seguro, por detrás de esas montañas…
y regresar ahora salado, para pisar
suelo asfaltado sin sal y sin arena.
Aún así, de esta manera, mi mente,
siente vibrar un corazón ardiente
lleno a rebosar de pensamientos,
aquellos, donde tu siempre estás…
miércoles, 19 de junio de 2013
Destino, mi corazón agotado...
Voy a echar de menos tantas cosas...
que me olvido de pensar en lo que viene
mi consuelo es recordar tiempos pasados,
dulce transito hacia la desesperanza.
Siento que me pierdo entre nubes de seda
con ojos de sangre, llenos de hastío,
llorando lagrimas, por caricias aventadas
sobre un aire empujado, desde la montaña....
Y en el desvarío, no queda mas remedio,
sentado sobre mi voluntad adulterada,
que ver, el hueco que dejan las espadas
a los verbos duplicados por demonios....
Tanto me cuesta expresarme en dulce
por ser tan desgarradora mi despedida
que son aquellos quejios aberrantes
los únicos presos, encerrados, que me alagan.
El tiempo, certero, pasa tan deprisa
que me cuesta leer sobre mis arrugas,
la doma de carne trémula que me queda,
transcurso que su paso, me ha formado.
Y que soy, sino calcio envejecido
sometido a jirones y jirones de nostalgia
en un atardecer continuo y oscurecido
talismán. de un cuerpo, el mio, ya acabado.
Viajo en el último vagón del último tren,
no tengo mas billete que el de ida
y los recuerdos, esos que ahora crecían,
se deshacen por las vías de la vida.
Allá donde me dirijo solo, nada hay
nada que preguntar, nada que contestar,
así que cuando llegue, solo seré nada,...
sin sorpresas, ni dolores, ni alegrías.
Me presentare, terciado, sumiso, desgastado,
quedare expectante, como figura de sal,
y mi tristeza surgirá, pensando en el olvido
de recuerdos insalvables, nacidos a mi paso.
que me olvido de pensar en lo que viene
mi consuelo es recordar tiempos pasados,
dulce transito hacia la desesperanza.
Siento que me pierdo entre nubes de seda
con ojos de sangre, llenos de hastío,
llorando lagrimas, por caricias aventadas
sobre un aire empujado, desde la montaña....
Y en el desvarío, no queda mas remedio,
sentado sobre mi voluntad adulterada,
que ver, el hueco que dejan las espadas
a los verbos duplicados por demonios....
Tanto me cuesta expresarme en dulce
por ser tan desgarradora mi despedida
que son aquellos quejios aberrantes
los únicos presos, encerrados, que me alagan.
El tiempo, certero, pasa tan deprisa
que me cuesta leer sobre mis arrugas,
la doma de carne trémula que me queda,
transcurso que su paso, me ha formado.
Y que soy, sino calcio envejecido
sometido a jirones y jirones de nostalgia
en un atardecer continuo y oscurecido
talismán. de un cuerpo, el mio, ya acabado.
Viajo en el último vagón del último tren,
no tengo mas billete que el de ida
y los recuerdos, esos que ahora crecían,
se deshacen por las vías de la vida.
Allá donde me dirijo solo, nada hay
nada que preguntar, nada que contestar,
así que cuando llegue, solo seré nada,...
sin sorpresas, ni dolores, ni alegrías.
Me presentare, terciado, sumiso, desgastado,
quedare expectante, como figura de sal,
y mi tristeza surgirá, pensando en el olvido
de recuerdos insalvables, nacidos a mi paso.
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