miércoles, 4 de mayo de 2016

Hasta donde llegara mi huella.

Con independencia de situaciones extrañas
que dictan el camino que escojo contenido,
gurbio de caminos donde acaba escondido
aquel que lleva, el amor verdadero, en sus entrañas.

Camino de duendes sin orgullo, en marañas,
espacios donde juegan duendes sin sentido,
duendes gallo llenos de especulaciones
deseosos de lagrimas y besos, complacidos.

Camino en si que una vez emprendido,
sea la norma que dicte la propia existencia
paranoia que se pinta con colores de destino.
Yo te amo y por tanto, te recuerdo y soy cautivo.

Tu me amas, con el hecho oculto que no obligo,
lo se, porque no dejas que yo aparezca desatendido
entre la bruma del tiempo y otros tantos sonidos
lugares petreos donde llorar, que no es de cautivos.

Este influjo manda en mi como enfermedad resurgente
estigma en mi mente, que desea que no llegue el olvido
ni un segundo de trato con el amor; nada se ha perdido....
Con firmeza me aferro a la bandera del amor mas divergente.

Como no me voy a morir harto impenitente,
si mi huella la incorporas tu al camino recorrido
en tiempo, que el viento que viene consigo,  ya perdido
ni derrama recuerdo alguno, amor y amor es, solamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu huella ya la estas dejando en forma de poesia y no creo que sea de la única forma,la vida y el amor los pintamos nosotros y cuantos más colores les pongamos mejor!Solo tenemos una para vivir y amar.Aférrate a esa bandera y hazla convergente.Me gusta,besos.

Desvanecerse dijo...

El arte parece ser el empeño por descifrar o perseguir la huella dejada por una forma perdida de existencia. María Zambrano

Tus enseñanzas siempre dejarán huella porque van de corazón a corazón.

Gracias Manino.
Besotes