domingo, 14 de agosto de 2011

Mi Talon...





Ultimamente, donde pongo la mirada
pongo el olvido mas imaginable
y el rastro de sangre de dicha ruptura
llega a las costas de todas las heridas.
Es fatuo olvidarse de tanto tránsito
pero su consigna, almacena las sospechas
y su paso adormecido y frenetico, para
con la intencion de no perderse mas allá
del rastro que comunica con el olvido.
Una y otra vez veo pasar a caminantes
amores, errores, carcajadas y gozos
y nadie se queda en mi marquesina
lugar de charla y recuerdos llanos...
deseo tanto que no se vallan pero,
es inutil sentir que se puede recordar
si nada se para en el continuo diario.

EL tren de la vida no tiene estaciones
ni paradas donde quedar para recordar
es un mobil en continuo movimiento
que roba el cadaver de lo ya acontecido
y lo hace cenizas que suelta al viento
sobre el aire del desconocimiento
para que surja algo que nunca ha pasado
y que recuerda algo tristemente perecido.

2 comentarios:

Desvanecerse dijo...

Un comienzo no desaparece nunca, ni siquiera con un final. Harry Mulisch (1927-?) Escritor holandés

Puede que sea tuyo el talón, pero tienes la suerte de no ser Aquiles.

Besotes
Manino

Anónimo dijo...

Las cosas bellas que acontecen en la vida de uno, son las que siempre permanecen, de tarde en tarde renacen de sus cenizas.
Es seguro que una sonrisa esbozará el rostro al evocarlo.