domingo, 14 de agosto de 2011

Hilandera de sal.




No hay herramienta como el mar
que grabe los bordados que lucen las olas.
Tejidos inacabados que van vestidos de azul
sobre una piel blanca, que genera sobre la playa
esa pérfida y ondulada imagen de sal.

Y sobre la tripa del agua, los barcos,
veleros que navegan sin vergüenzas
empujados, por un viento con rumbo,
que corta, a su paso, la basta estepa de agua
reposo de pecios y secretos de piratas.

Allí es donde los peces sufren, sin apenas palabras,
y el sol, cae pesado, soltando su oro
haciendo de los fondos, gelatina de colores
dejando, con ello parte de su inmensidad,
a sabiendas que todo es un secreto
solo, para los que beben la sal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sublime !!!
Besos...

Desvanecerse dijo...

El pescado estimula el cerebro, pero pescar estimula la imaginación. DEWARISMO nº 54

Veo que tu imaginación ha recogido redes de versos.

Besotes
Manino