jueves, 10 de enero de 2008

Pescador de invierno







Miro al pescador raspando,

el casco de su barco, seco,

conchas, de sal, sobre pintura muerta,

en un invierno, peinado, de vientos

que revuelven los caminos del Mar

dejando las leyendas de navegantes

al abrigo de un fuego de chimenea.



Ahora, en tierra, el pescador se ahoga

y con un cincel desgatado, rabioso, golpea

la panza de su barco adrizado

en suelos que no contienen sal para flotar

ni laberintos lejanos sobre olas de espuma,

barco pintado de desechos colores

al fin y al cabo flotador y pescante.


Ya llegará pronto la hora de flotarlo

una vez acabada su limpieza envenenada,

juntos, irán al puerto y a su ensenada

danzando, prematuros, el baile del navegante

para nacer de nuevo, sobre la sal del agua,

en busca del pescado de su vida

con su redes, su timón y con sus velas.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que mas seduce a los hombres es la belleza. Y yo afirmo con descaro que todo lo que creas lo es.
Besos seductor.
Manino

Anónimo dijo...

Mi dulce Lito, como siempre, sabroso e intenso.
Un beso