sábado, 16 de mayo de 2015

Sin entender la tristeza.

Me he perdido entre los huecos que abren,
esos vacíos diarios
que son como la nada y el todo.

Y sobre esas oquedades nuevas
que anuncian nuevos espacios
aparecen infiernos infinitos,
que rompen el sonido.

Entre este nuevo laberinto
son mis lagrimas las que forman
ese barro de sospecha
que tanta pena me sostiene.

Me he perdido y he encontrado
mi tristeza, por verme sin remedio,
en el espejo de la apatía...
malos zapatos para mal camino.

Y sin remedios que sujeten dichos pasos
cual alazán desbocado de vida,
mi tiempo, se desborda sin control
sobre una batea seca de segundos desechos.

Ya no hay remedio que sujete
aquello que cabalga sobre mi vida
haciendo con su trote, camino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La tristeza es mala compañera, eso sí,las palabras con que la describes hace que el poema refleje un estado en el que a veces estamos sumidos,si está escrito en primera persona,no estés triste amigo mío,aunque de ella haya salido otro gran poema.Sube a ese caballo que es la vida y trota con él y el viento y sortea los baches que se pongan por delante.Me gusta como describes un estado de ánimo.Besos

Desvanecerse dijo...

¡Siendo de dos una tristeza, ya no es tristeza, es alegría!
Francisco Villaespesa (1877-1936) Escritor modernista español.

Me alegra sobremanera compartir todo contigo, aún siendo las tristezas y que lo hagas de esta forma tan poética.

Besotes
Manino