la segunda ...

Que bonita es la vida desde el lado bueno
y que amarga es, desde el otro lado
sale la sonrisa de escapada a la primera
o salen las lágrimas o la dudas desenfrenadas.

Miras feliz, enrredor de todo lo conseguido
o caes desfallecido por las dudas de lo perdido,
tanta tranquilidad te mata y buscas alguna duda
mientras que con tantos problemas, no cabe pensar.

Puedes dormir tranquilo entre sueños
o buscar dormir, para envitar las pesadillas,
mis ojos o son mi luz y mi herramienta de vida
o mi vista es el reflejo de la coca que me ata.

Nada es igual aunque se sienta parecido
todo es piel que se desgarra por momentos
lo oportuno seria despertar y levantarse con 10 años
pero el tiempo no perdona el equivocarse.

Solo queda como acto bueno morirse o matarse
pero eso ya lo hacen las drogas que te llevan
y el pánico a dejarlo todo desatado
muere con la toma de la segunda ralla...

Sin luz...

Las ideas infinitas que uno despecha
resulta que son las ideas que uno sobrevive
y la luz que certifica su traspaso
es la flecha que marca el camino errante...

Antes era ahora y después sera antes
pero el tiempo en la memoria, para,
con los recuerdos que grabamos con sangre.

Esos filmes de ensueño son los padres
y las herramientas del desengaño las madres
no queda vacío que someta las verdades
solo hay espacio para morir de amores.

Y lo que se desprende, salta al vacío sin red
pero nunca cae porque antes nos despertamos.

Andar sin recorrer trayectorias vanas
es reírse hasta de uno mismo en soledad
nada queda a la improvisación ligera
porque al no haber hueco nada cae y desaparece...

Todo queda resurgido en la memoria.

Círculo...

Hay veces que para soñar, se pide descanso
y así , sobre la piedad del dormir, uno abandona,
y tumbado en el jardín de pieles verdes
se puede buscar el amanecer de los campos que se otoñan...
por delante o por detrás de la parva y de su sombra.

Aquí es donde encajo mi motor de melancolía
y con mis versos listos para llantos secretos
me dejo llevar por la luz que ilumina este trato
y solo el acoso del eco de la palabras leídas
mantienen furibundo el encuentro con los sueños.

No quiero abrir los ojos, que se mueven escondidos
ni siquiera muevo mi cuerpo dado por muerto
vivo en otra esfera sin dolor físico aparente
y en ella precipito la deuda de mis peticiones
al margen del mundo real, dueño siempre del tiempo.

Tan cansado es pensar como es el escuchar
yo al menos no encuentro la sutil diferencia
me enredo y desenredo entre todas las preguntas
y cuando estoy libre, vuelvo a enredarme....
sin salir de ese estado de envaramiento sutil.

Es como si viviera en la tinta de un círculo
y mis pensamientos fueran las moléculas negras
que forman el púrpura central de dicha vía
hábitat, cárcel por delitos del pensamiento
que hacen de la vida un giro continuo sobre su eje...