La vereda de la vida
es un camino tan ancho,
como la sorpresa...
Una fuente, de recuerdos,
que se escondes detras
de las hierbas de los lados.
Camino, con muchos senderos,
pero solo, uno, para coger
y morir en su final.
Pasos, seguidos de pasos
que marcan las huellas
de todas las cicatrices.
Algunas no duelen
otras, amargan y pesan,
pero andan todas, de paseo...
2 comentarios:
Miras horizontes con la sencillez que despierta la belleza, sorprendiendo a la sorpresa, secuestrando los recuerdos, limpiando de barro las huellas, en fin, abriendo las miradas mas allá de las estrellas enjauladas en su caja negra.
Lo pasado ha huido,
lo que esperas está ausente
pero el presente es tuyo.
Poética paciente y preciosa.
Besotes
Manino
Huellas que dejan a su paso, dulce resaca de pasiones oportunas..
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