lunes, 5 de octubre de 2009

tras el accidente...

Hoy vi el dolor reflejado
en los ojos de mi bello hijo
en su piel... en sus huesos.
He escuchado sus lamentos
y palabras que incluso, nunca dirá
en las que yo soy culpable.
Hoy, nace, entre ambos...comunión,
castigo para mi y mi conciencia
admiración para él y sus ojos.

Y la suma de todo, nos encadena,
a mi por padre temeroso
a él por ser hijo mío...
Ya no será igual vivir
por no saber si fui yo
o el azar, quien nos señaló.
Pero el tiempo marco en esa hora
una marca de agua encadenada,
amor y temor perezoso por lo ocurrido...

...cómplices de nuestras miradas,
devoción santa, por mi parte,
silencio de respeto, por la suya...

nunca sabré quien quiere más a quien...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces encontramos nuestro destino en los caminos que tomamos para evitarlo.
Afortunado el vastago que recibe tales sentires, desde antes que el azar posara sus manos sobre ambos. Afortunado progenitor por tomar de este la comunion del amor infinito, timido, callado.
Animo..Sigue adelante....muchos besos de...

Anónimo dijo...

Encontráste sin buscar, una aguja en un pajar;
teje con ella tu cariño
y no te preguntes cuanto mide el amor...entre un padre y un hijo.

¡Sólamente los que nacen dos veces o tres...cambian el ángulo de visión del corazón!

Bienvenido al club amigo mio.

Desvanecerse dijo...

Tuviste suerte Forastero, pero la duda ofende, el culpable, si hay necesidad de buscarle, es siempre el mayordomo.

La verdad es que la vida sonríe.

Besotes
Manino

ELWIMG dijo...

Echarse la culpa de algo que no depende de nosotros no es nada sano... Quédate con lo bueno, seguís juntos y vivos…
Un besote y animo… Por cierto si melees no necesito que comentes pero al menos deja tu huella listito…

Unknown dijo...

Eres un ser maravilloso no solo por amar a tú hijo,sino por hacerlo también contigo.Por eso y por que yo los siento contigo,te respeto y te admiro.No cambies nunca enano. Te quiero,tu hermana.

Anónimo dijo...

Cura tus magulladuras pronto, recupera esa vitalidad única que hay en tí. Tu aura no solo se ve, sino que se percibe.