Viejo y remordido....

Ya van areciando los ecos,
no soy ya, tan importante,
me desago en barro silencioso
y colmo el quicio de la nada.

No busco mas que la tibia risa,
osca ocasion, sin desden lisonjero,
porque en el transcurso, aprecio
el paso, sobre mi, de una suave brisa.

Solo me queda el paseo, escueto,
y sobre él, la verdad de mirar a todo,
consumiendo los pasos marcados,
sin ocultar la levedad de ningún secreto.

Si mi cuerpo no muere, tampoco mi recuerdo
respirarlo todo, solo yo diré hasta cuando
porque mi pensamiento, cansado,
dejo de estar en mi, hace mucho tiempo.

Por tantos momentos vividos
tantos amigos muertos, perdidos
Por tantas verdades olvidadas,
otras tantas espinas clavadas.

Que puedo hacer con todo mi tiempo
si no me cabe ningun reproche
los pecados encerrados en el infinito
caminan pegados sobre mi lento destierro.

Solo lamentarme espero,
porque los truenos pasan
y sobre la vida,corta, dejan
un plato de verde desazón.

Es hora de morir y no quiero,
con todo lo que ahora sé...
y las ganas de sentir que tengo,
quisiera tener, cincuenta años menos.