jueves, 8 de mayo de 2014

Manzana y gusano

Todo lo quiero porque todo lo pido
todo, de un todo de quebrantos...
mi voz, desgarrada, sale a gritos,
y tras un beso de santa y un premio
me relajo en la nube del olvido.

Siento que debo de pedir lo ya pedido
como boca que traga, toda la armonía,
de un universo completo, absorbido
en atención de mis deseos cautivos
y solo, hasta que me quede desmallado.

Tanto giro, entre demandas y suspiros,
que soy amo y señor del tiempo en que vivo,
y sobre el espacio terrenal por el que piso
nacen continuos besos, regalados e imprecisos,
siendo abiertamente, el único y mas querido.

Mi cuna es mi atrio y mi castillo
y sobre él, planeo todas las conquistas
que entrego generoso a mis fieles caudillos
aquellos soldados en perfecta revista
por si en la paz, me despierto perdido.





Decir Adios.

Decir adiós, es sentir la mano de roca
agitándose, lenta, como susurrando un perdón.
Es malgastar un porqué y un que mala suerte
desde la mirada del que se queda inmóvil.
Es saltar por fin, desde el alto barranco
hacia un fondo repleto de cristales rotos.
Decir adiós, es notar la huida de los sabores
decidir envejecer con un traje vacío.
Buscar contra el sol la sombra que no está
y perder los mimos que te hacían ser pasajero.

Nada me gusta menos que dejar por el camino
esqueletos amados que sin culpa alguna
levantaron la mano en pose de despedida.
Aquellos huesos que atrás quedaron
no me dejaron ni darles la nota del adiós
porque siempre que dejamos abierta la puerta
el viento limpia, solidario, hasta no dejar nada.
Amigos , amores, mundos placidos, lo siento.
pero lejos de mi intención de soltaros
y a la vez mas cerca de teneros apresados
solo he podido encadenar un adiós sin remedio.

Secuestrado en penitencias carente de respuestas
aquí quedo condenado a quererte en la lejanía
sin dejar que salga recuerdo alguno
de mi mente pétrea, ya sin corazón  para querer
y sin garganta para, con fuerte voz, llamarte de nuevo.

lunes, 5 de mayo de 2014

Madre, en si abandonada.

Que nadie diga que los huesos que trajiste son de cenizas
que en el resurgir hacia la nada, salio un huevo vació
pensar, que después de aventajar al milagro, su resultado,
dejo al aire la pobreza de un alma que no comprende
que tanto esfuerzo, amor y dedicación continua
doblo la voluntad al tiempo de vida de una madre
teniendo por merito, la ausencia del calor continuo,
fruto de ser amada por la sospecha y la inquina
manchando en su hastió, el aura conseguido con su flor
amor de mil segundos, amor solo para aquellos huesos
que nacieron de tus huesos ahora perdidos en el adiós
látigo del deseo de vivir que no te acaba de salir
y que te deja esclava de un sentimiento que huele a odio
y tiende a morir por segundos entre fotogramas propios
donde tu retrato te marca sola, triste, abatida y vencida....

.....yo diría que aun hay salida.